
Najat Zahaf, quien lidera en Mallorca una sucursal de uno de los bancos más prestigiosos de Marruecos, junto al cónsul Abdelah Bidoud y en distintos momentos de su visita al consulado en Palma.
Es la menor de tres hermanos y dos hermanas, llegó a Barcelona, donde cursó sus estudios universitarios. Comenta que su padre reside en Marruecos y, una de los momentos más difíciles de su vida fue el fallecimiento de su madre en septiembre de 2023, una pérdida que le afectó profundamente.
“Estábamos muy unidas, y su ausencia me llevó a alejarme de todas mis actividades durante más de un año, incluyendo un periodo de baja. Su amor incondicional, sus consejos y su fe en mí marcaron mi vida; ella siempre apostó por mí más que nadie”, afirma con melancolía Najat Zahaf, actualmente residente en Mallorca, cuya misión es liderar acertadamente una sucursal de uno de los bancos más prestigiosos de su país natal, Marruecos.

Hizo sus estudios en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Barcelona, y en Economía en la Universidad Autónoma de Barcelona. Durante sus años de universidad, trabajó como recepcionista en una clínica dental, lo que le permitió adquirir experiencia profesional mientras completaba mis estudios.
En 2020, esta joven profesional de 31 años se trasladó a Palma, donde continúo desarrollándose tanto personal como profesionalmente, llevando consigo todo lo aprendido y el amor que siempre me le rodeado por su valor humano y empatía con la gente de su entorno.
Baleares Sin Fronteras escuchó su historia de vida en el consulado del Reino de Marruecos en Palma, donde la entrevistamos.
Baleares Sin Fronteras: ¿Cómo se define como mujer inmigrante en un medio en el que prevalecen aún las oportunidades para los hombres?
Najat Zahaf: Como mujer marroquí inmigrante, he tenido que superar muchos desafíos para llegar a donde estoy. Tengo formación universitaria y, con esfuerzo y perseverancia, ahora trabajo como jefa de oficina en un banco marroquí llamado Chaabi Bank. No ha sido fácil abrirme paso en un entorno predominantemente masculino, pero gracias a mi determinación y compromiso, he demostrado que el trabajo duro y la preparación pueden romper barreras. Y también gracias a mi empresa por darme la oportunidad de demostrarlo… Estoy orgullosa del camino recorrido y sigo avanzando con la misma fuerza y convicción.

BSF: ¿Qué puede decir de esos obstáculos para la mujer que aún están presentes desde su experiencia?
N.Z: Una de las principales barreras para llegar a ser una mujer de éxito ha sido el machismo estructural presente en muchos ámbitos de la sociedad. Este se manifiesta en la falta de oportunidades laborales equitativas, la subestimación de las capacidades femeninas en espacios de liderazgo, y la carga desproporcionada de responsabilidades domésticas que tradicionalmente se asignan a las mujeres. Además, muchas veces se espera que las mujeres cumplan con ciertos estereotipos de comportamiento, lo cual limita su autonomía y libertad para tomar decisiones profesionales o personales. Estas barreras no solo frenan el crecimiento individual, sino que también afectan el desarrollo colectivo al desaprovechar el talento femenino.
BSF: ¿Cómo describe la inmigración diversa de la Mallorca actual?
N.Z: La inmigración en Mallorca es una realidad muy presente y diversa. Como inmigrante marroquí, he vivido en primera persona lo difícil que puede ser adaptarse y abrirse camino, especialmente siendo mujer en un entorno laboral competitivo. Pero también he visto cómo la inmigración enriquece la isla: aporta nuevas culturas, perspectivas y fuerza de trabajo. A pesar de los desafíos, creo que hay cada vez más conciencia sobre la importancia de la integración y el respeto mutuo. Mallorca tiene potencial para ser un ejemplo de convivencia si seguimos trabajando en la inclusión real y en romper prejuicios.

BSF: En su visita al cónsul dejaba entrever su desacuerdo sobre los estereotipos negativos hacía la inmigración con una gran injerencia de los medios de comunicación. ¿Qué puede decir al respecto?
N.Z: Creo que, en muchos casos, los medios siguen reforzando estereotipos negativos sobre la inmigración. A menudo se centran en los conflictos o problemas, en lugar de mostrar historias de superación, esfuerzo y aportación real de las personas migrantes a la sociedad. Pienso que los medios tienen una gran responsabilidad: deberían apostar por una narrativa más justa y equilibrada, que visibilice la diversidad, la integración y el valor humano que hay detrás de cada historia migrante.
BSF: Con sus propias palabras: ¿Qué narrativa emplearía para referirse a la comunidad marroquí de las Islas?
N.Z: La comunidad marroquí en Baleares es trabajadora, resiliente y con un fuerte sentido de familia y comunidad. Aunque muchos hemos llegado con sueños y también con miedos, poco a poco nos hemos ido integrando en la sociedad balear, aportando en distintos sectores como la construcción, la hostelería, el comercio y también en profesiones cualificadas. A pesar de los obstáculos, especialmente en lo relacionado con el idioma o el acceso a ciertas oportunidades, somos una comunidad que lucha por salir adelante, por educar a sus hijos y por contribuir de forma positiva al lugar que ahora también sentimos como nuestro hogar.
BSF: Usted habla de una comunidad en la que no se enaltecen los verdaderos valores. ¿Qué más resaltaría?
N.Z: Está formada por personas trabajadoras, con un fuerte sentido de la familia, que han venido en busca de una vida mejor y que, con esfuerzo, se han ido integrando en la sociedad. Aunque aún enfrentamos desafíos como el acceso a la vivienda, el empleo estable o el reconocimiento pleno de nuestras capacidades, también hay muchos ejemplos de éxito, de jóvenes que estudian, de mujeres que lideran, y de familias que aportan cada día al desarrollo económico y cultural de las islas. Somos una comunidad diversa, con ganas de avanzar y de formar parte activa del presente y del futuro de Baleares.
BSF: Un mensaje para esas generaciones jóvenes que aspiran a consolidar sus proyectos de vida…
N.Z: Mi mensaje es sencillo: nunca subestimen su potencial. Cada desafío que enfrentamos es una oportunidad para crecer, aprender y demostrar nuestra capacidad. Crean en ustedes mismos, trabajen con determinación y no dejen que nada ni nadie les diga que no pueden alcanzar sus sueños. El éxito es un camino que se recorre con esfuerzo y perseverancia, y cada paso, por pequeño que sea, nos acerca más a él.