Llegó hace un año a Mallorca procedente de su natal Cuba y es una de las centenares beneficiarias de la caducada Ley de Memoria Democrática, o también llamada Ley de Nietos. Yanisley Rivera, es una médico cubana, madre de dos niños (Anthuan y Anthony), que recientemente recibió el aval del Colegio de Médico de les Illes Balears para ejercer su profesión, concretamente, el número de colegiatura.

La historia de esta cubana especializada en medicina general integral no ha sido fácil, es un relato de superación como lo pueden describir los cientos de cubanos que logran salir de la Isla en búsqueda de una vida mejor.
Ella trabajaba ejerciendo su profesión en la Habana atendiendo a sus pacientes, que hoy por hoy, la siguen recordando con aprecio, basta con ver sus redes sociales para confirmar que dejó una marcada huella de admiración y cariño entre sus pacientes y amigos.
En su narración que extractamos de la entrevista que le hicimos en el programa “En Direct” de Canal 4 Radio -TV, en el que Baleares Sin Fronteras tiene un espacio los jueves a las 11:30 am, agradece llegar a España con papeles en regla para abrirse paso en su profesión, pero antepone que no todo ha sido un camino de rosas.

Esta profesional lo tiene claro en el momento de describir cómo ha sido la transición de la Habana a Palma en el proceso de adaptación: “Estoy contenta de los logros alcanzados, pero cuando decidimos emigrar debemos estar dispuestos a enfrentarnos a situaciones difíciles. Felizmente llegué con todos mis papeles gracias a mis descendientes españoles”. Afortunadamente se superaron temas burocráticos en Cuba, allí es complicado acceder a documentos como por ejemplo, certificados de nacimiento por todos los problemas que existen”.
Cuenta que escogió Mallorca como lugar de destino gracias a su hermana menor, Karla, que fue la primera en emigrar apoyada por unos familiares cubanos que ya residían en la Isla años atrás.
A la pregunta del periodista Andrés Lasaga, director del espacio informativo, sobre el porqué emigró de Cuba, Yanisley no dudó en hacer una reseña de lo que se vive en su país: “Para nadie es un secreto la difícil situación que vive el pueblo cubano, tenemos déficit de lo esencial que se necesita para tener una vida sana”.
El periodista mallorquín recalcó sobre la realidad que describen los medios de comunicación sobre la vida que se lleva en Cuba, algo que fue apoyado por esta profesional de la salud, “los medios no distorsionan, es una realidad que estamos sufriendo los cubanos, me tomo la vocería de gran parte de ellos que tienen el anhelo de emigrar a cualquier lugar, no solamente a España.
Los que lo logran son unas personas valientes, emigrar es casi un duelo, pero nunca podemos bajar los brazos, máxime cuando tenemos niños pequeños por los que debemos luchar”.

No obstante, con todo y estas dificultades, la doctora está agradecida con su país por todo el aprendizaje logrado en su momento. “En Cuba tenía la consulta en mi casa, nos ofrecían esta alternativa, estuve doce años de mi vida atendiendo a una población de un barrio de La Habana, a los que adoraba”.
Recuerda con cariño el trabajo que realizaba en medicina interna, pediatría y obstetricia: “a todos los que leen esta entrevista les envió un abrazo, a todos los extraño” para añadir que era consciente del paso que iba a dar. “En el momento de obtener mis documentos para poder viajar, estaba convencida de que por un tiempo me tenía que olvidar de mi profesión para trabajar en España en lo que fuera”.

Ella – recuerda- recibió muy buenos consejos, y en ese sentido, comenta que “he estado trabajando en oficios que jamás imaginé, pero España me ha hecho crecer como persona, gracias a Dios no me ha faltado nada”.
Actualmente, Yanisley está en la Fundación Aspace, centro de referencia que trabaja con personas que sufren parálisis cerebral o discapacidades afines, realmente una labor que va ligada desde la perspectiva humana a su profesión de médico.
“En este trabajo me encuentro a gusto, estoy con niños que tienen parálisis cerebral infantil. A mi llegada me desempeñé en tiendas de dulces, agencias de teléfonos, como monitora y en el Palma Aquarium, pero sabía que necesitaba estar ligada a algo social que se acercara a mi profesión y por fortuna tengo este trabajo”.
Evidentemente los días de esta médico latinoamericana en oficios varios, están contados, y no es un secreto que Mallorca tiene déficit de médicos como ya se lo han dejado entrever. Yanisley aprovecha estas líneas para agradecer el buen trato recibido y la gran acogida en el Colegio Oficial de Médicos de Illes Balears.









