Desde estas líneas hemos escogido a una gran mujer que podría ser el espejo de millones de incansables luchadoras que ha batallado contra todas las adversidades para sacar adelante a su familia.
La tenacidad y abnegación de María Txicuru en la práctica la vemos diariamente en los mercadillos y ferias de la Isla en donde los visitantes degustan la deliciosa gastronomía ecuatoriana.
Esta otavaleña llegada hace veinte años a Mallorca, contra viento y marea se ha abierto paso para labrarle a su familia una vida digna.
Y es que ni siquiera una delicada enfermedad ya superada por fortuna, ha sido óbice para que esta madre de tres hijos y cuatro hijas y abuela de cuatro nietos y dos nietas, haya desistido en su empeño por seguir dejando una huella imborrable a las generaciones que valoran y admiran la obra terrenal sembrada por esta abnegada madre y abuela.
En días pasados María recibió en su local de comidas ecuatorianas la visita del Alcalde de Palma, José Hila. Hace cuatro años había recibido un homenaje del Consulado de Ecuador en Palma. La admiración y el respeto se lo ha ganado a pulso con buenas obras e infatigable trabajo.
María es la equivalencia a millones de mujeres que hoy celebran un día simbólico que se extiende a los otros 364 del año.
Un corazón noble, derroche de bondad y un alma libre de prejuicios y ostentaciones. Desde Baleares Sin Fronteras hemos escogido a esta digna representante de la raza indígena ecuatoriana como estandarte de millones de mujeres que siguen su estela en cualquier ámbito de la vida.
Feliz Día Internacional de la Mujer, y un brindis por la igualdad.