1489 es el número de ciudadanos de origen marroquí que han sido expulsados de España en este año 2018, componiendo sólo una décima parte de la llegada de extranjeros procedentes de Marruecos.
Pese a los esfuerzos del gobierno de Sánchez en reforzar la colaboración con Marruecos en temas migratorios, estas 1489 personas expulsadas a su país de origen representan apenas una décima parte de los 10816 que llegaron de forma irregular durante este año a España.
La nacionalidad marroquí es la más abundante de la cifra de migrantes que llegan a España: representa un 21,4% del total. Además, entre ellos, se encuentra un elevado número de menores de edad. A día de hoy, los marroquíes son casi el 70% de los más de los 11000 (menores extranjeros no acompañados).
Los informes, cuya fuente proviene de la Dirección General de la Policía Nacional, contemplan cómo en los diez primeros meses de 2018, la cifra de marroquíes llegados a España duplica la del año anterior, y es casi diez veces mayor que en 2016, 2015 y 2014.
De cara a las autoridades españolas, los marroquíes y los argelinos son los extranjeros más fáciles de expulsar, según lo estipulado en los acuerdos bilaterales en materia migratoria con respectivos países. La mitad de las expulsiones vienen motivadas por estancia irregular, seguidas en menor número aquellas justificadas por condenas-dentro o fuera de España- entre otros motivos.