Por Federico Marotta
Comunicador social, uruguayo
Las personas inmigrantes sin documentos de residencia, ni permisos de trabajo, los que están en vías de solucionar sus solicitudes de refugio o asilo, los que aún no han logrado empadronarse están en situación indefensa, pues cuando el gobierno español o las instituciones baleares hablan de ayudas a “colectivos vulnerables” no se les menciona para nada.
El concepto queda ambiguo. Luego, al leer, nos damos cuenta que se piden requerimientos, documentos, estar o no incluidos en la resolución del artículo tal de la ley tal.
Las instituciones no son claras con el colectivo inmigrante “sin papeles”. Cuando se ha necesitado de los inmigrantes profesionales de la sanidad se han agilizado los trámites de homologación de títulos.
La falta de trabajadores en el campo hasta podría repercutir en la noticia de alguna regularización extraordinaria. Pero no es bueno regularizar sólo cuando se necesite.
Por ello la Plataforma de la Inmigración de Baleares emitió un comunicado que apoyamos, previendo las consecuencias ante esta situación de indiferencia hacia un sector de la población que también ha perdido sus ingresos y seguramente tendrá problemas para pagar alquileres de habitaciones, para comprar alimentos y ropa.
Sabemos de organizaciones que ayudan y no piden documentos.
Pero también sabemos que si no se toman resoluciones contemplando al colectivo inmigrante se podrán generar situaciones de violencia, pues no tener el modo de sobrevivir también es violencia.
Unos compatriotas uruguayos tuvieron la iniciativa de formar un grupo de ayuda para recoger y distribuir alimentos y ropa. Nos pareció genial ideal uniros a él.
Con el transcurrir de los días nos fuimos dando cuenta sobre las angustiantes necesidades de muchas familias y los serios problemas económicos que llegarán pronto a la isla. También confirmamos que la solidaridad es horizontal, los que se han comunicado para colaborar han sido trabajadoras, jubilados, personas en el paro que han perdido sus empleos, trabajadoras con personas dependientes a su cargo, pequeños empresarios y artistas.
Esto confirma que generalmente los solidarios son “los iguales a ti” o quienes están en tu misma situación. El paso de los días motivó la solidaridad de personas de varias nacionalidades para comenzar a dar ayuda también a familias sin preguntar su lugar de nacimiento o su condición migratoria.
En Baleares las instituciones han quitado la palabra inmigración enviando un mensaje de intenciones nulas que se tienen hacía el colectivo. Si entendemos que esta demostración incluye al colectivo inmigrante totalmente regularizado para nada es de extrañar que nuestros hermanos “sin papeles” sean ignorados por completo.
Entre compañeros nos vamos informando de algún lugar, algún teléfono en donde estén brindando ayuda y miren a todos por igual y los midan con la misma vara. Los métodos son mejorables.
Mucho, pero mucho cambian los tiempos antes y el después de las elecciones.