Álex Pomar
La pandemia del coronavirus ha lastrado a muchas familias en Baleares y también en el resto de España, a tener una situación económica muy precaria. Es ahí cuando las asociaciones sin ánimo de lucro se hacen indispensables para la subsistencia. La ‘Associació Tardor’ es una de ellas, habiendo iniciado su actividad a finales del año 2013, aunque ya estaba la idea desde la gran crisis de 2008.
Toni Bauzá, es mallorquín, secretario de la asociación y el mismo se define como un ‘chico para todo’.
Baleares Sin Fronteras: ¿Qué situación ha dejado la pandemia y el confinamiento en Baleares a nivel de las familias?
Toni Bauzá: La mayor parte de las familias que tenían que empezar con el inicio de la temporada turística, que ya estaban prácticamente a cero, resulta que ahora están en las colas de las 8.000 personas que tenemos en la Asociación Tardor. De hecho, muchas de ellas ya llevan dos y tres meses, e incluso, hasta cuatro sin poder pagar el alquiler, y las pocas que han podido recibir algún tipo de ayuda, no les da ni tan siquiera para afrontar con esta obligación. Así que la situación actual es muy mala para las familias y puede ir a peor.
BSF: ¿Qué actividad ha desarrollado la Associació Tardor y de qué forma durante y después del confinamiento?
T.B.: La asociación no ha dejado de actuar a nivel de suministrar alimentos procesados que se entregan a las personas que no tienen la posibilidad de adquirirlos, como gente que vive en chabolas, en la calle, o en casa de ‘okupas’ donde no tienen ni luz ni agua. Y también, la asistencia a familias para que puedan recoger la comida una vez a la semana y tengan todo aquello que precisan para poder subsistir.
BSF: ¿Ha cambiado el perfil de la persona que acudía al comedor social con la llegada de la pandemia?
T.B.: Cada vez están llegando más y más personas totalmente normalizadas. Ya no estamos hablando de la persona que era indigente o que tenía algún problema psiquiátrico o de drogadicción. Hablamos de personas totalmente normalizadas que simplemente se han caído del mercado laboral activo.
BSF: Estáis a punto de abrir un segundo hogar para personas con pocos recursos, ¿el coronavirus ha adelantado los planes de apertura? ¿Cómo ha sido la experiencia con el primer hogar?
T.B.: Teníamos previsto seguir abriendo centros antes de la pandemia. La clave es que ahora nos damos cuenta de que vamos a ser una ‘patera’ en medio de un océano, ya que el problema es mucho muy grave. Cáritas mismo anunció ya hace unos meses que calculaba que aproximadamente un 24% de las familias se iban a quedar sin recursos. Es decir, que prácticamente se van a quedar en la calle. Esto va a ser un drama social de dimensiones apocalípticas.
La experiencia del primer hogar ha sido buena. La verdad es que se ha dado respuesta a 47 personas que estaban en una situación 0,0 con rentas bajas y se ha demostrado que esa fórmula funciona, que con pocos recursos, bien administrados se puede conseguir mucho.
BSF: ¿Qué requisitos se deben cumplir para poder estar en los hogares habitacionales?
T.B.: Los requisitos de las personas que acuden al llar son personas con rentas bajas, es decir, con una renta inferior a 450€ mensuales y 0,0, es decir, que no consuman alcohol ni drogas. En cuanto a las normas, son unas básicas de convivencia, además de encargarse de la limpieza y del mantenimiento mínimo para poder garantizar que puedan convivir en paz. Y no tienen ninguna restricción de horario para poder entrar y salir del hogar.
BSF: ¿Cómo ve el futuro de la sociedad balear en los próximos meses?
T.B.: La sociedad balear depende de sí misma. Si ahora se organizan todas las barriadas y crean centros de atención familiar para poder acaparar y dar suministros alimentarios, pues igual se podrá paliar la situación. También sería muy importante que las asociaciones de vecinos tomen medidas a nivel de seguridad. Es decir, que contraten seguridad privada porque es que la policía no va a dar abasto.
Personalmente, como hablo con muchísima gente que está en la calle, me lo dicen bien claro: “El día que no me ayuden, el día que no cobre, el día que la gente no me dé un euro cuando se lo pida. Es muy sencillo. Lo robaremos”.
BSF: ¿Qué mensaje final enviaría ?
T.B.: Mi mensaje final es que dependemos de nosotros mismos. Dependemos de comunicar, de concienciar, educar a la sociedad para que podamos entre todos paliar lo que se nos viene encima. Lo podemos hacer bien, mal o muy mal. Por ahora vamos muy mal encaminados.
