Esta popular fecha se celebra en Colombia como vigilia de la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el dogma fue proclamado así por el Papa Pío IX en la bula Ineffabilis Deus el 8 de diciembre de 1854. Es una de los festejos decembrinos más arraigado en el país sudamericano.
Cuenta Alejandra Gámez, residente en Eivissa, que la iniciativa de celebrar por primera vez la emblemática noche de las velitas en esa isla, se dio en una cena a finales de septiembre. Recuerda que estaban cuatro colombianos rememorando las tradiciones navideñas. Dos de ellos describían cómo lo vivían en Palma, mientras que su compañera Libia y ella tuvieron la idea de festejarlo en Ibiza.
Y de esta manera fue como se gestó la idea, desde ese momento, afirma “comenzamos a crear y a visualizar esa noche llena de luces”. Se describe como una colombiana entregada a sus costumbres creyendo en el poder de la intención. Agrega que la inspiración fueron aquellas épocas en su natal Colombia, concretamente en Palmira Valle del Cauca, ciudad natal de su progenitora y de su abuela, Raquel Rodríguez de Zúñiga.
Al igual que su familia, cientos de colombianos residentes en el extranjero no pierden las costumbres decembrinas, por lo que en honor a su memoria y a todos aquellos grandes seres que “nos marcaron en nuestra niñez tomamos la iniciativa de convertir una utopía en realidad”.
Acto seguido, el grupo de “Colombianos por la Paz”, se activó. De ahí en adelante Lita Elena, Libia Rocío y Alejandra Gámez se reunieron para emprender “Luces para el Mundo”. Comentan que pasaron muchas cosas, altibajos que nunca faltan, pero que al final las hicieron más fuertes.
Sin ahondar en los obstáculos que depara la pandemia en eventos masivos, las organizadoras comenzaron a conseguir ayudas del comercio privado regentados por gente de origen inmigrante, no sin antes solventar la denegación de permisos burocráticos. Finalmente fue el consistorio de Santa Eulalia que dio el beneplácito para la realización de la jornada, y en esa línea,la organización agradeció la gestión de Toni Marí Marí, concejal de la parroquia de Es Puig d’en Valls, además, en la actualidad se desempeña como responsable del área de servicios generales y mantenimiento.
De la misma manera, vale resaltar la activa participación de algunos representantes del tejido asociativo foráneo. Y pese al frío y al fuerte viento, la respuesta de más de un centenar de familias no se hizo esperar.
La noche comenzó con las palabras del padre Jesús para luego pasar a los canticos de villancicos, música decembrina y finalmente la degustación ofrecida por los negocios que se unieron a la velada.
Una reflexión de la organización: “a pesar de la distancia, los valores y buenas costumbres deben permanecer en nuestra historia. Agradecer que estamos vivos a pesar de ser duramente golpeados por esta pandemia. La que construimos nosotros los inmigrantes en esta jornada de luces para el mundo, demostrando con hechos nuestra verdadera esencia”.
