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jueves, mayo 2, 2024
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    Editorial 439: Una buena noticia para la inmigración en Baleares

    Antes de comenzar esta columna de opinión en mi condición de director de Baleares Sin Fronteras, presento mis agradecimientos al Ayuntamiento de Inca por la confianza que depositó en nuestro medio para ser otro animador de sus tradicionales fiestas, que por esta época del año se organizan.

    La Fira de la Interculturalidad no resultó buena… lo siguiente, con la sencillez que nos caracteriza debemos decir que la excelencia brilló en todo el contexto de la palabra, gracias a la participación de comerciantes y asociaciones de diferentes nacionalidades, sumada a la convocatoria del Consulado del Reino de Marruecos en Baleares.

    Es gratificante escuchar los excelentes comentarios de los residentes inquers, y de poblaciones aledañas, y por supuesto, de gente de Palma que se desplazó en sus vehículos o en tren a ver la puesta en escena de la gastronomía de cada país o las diferentes presentaciones musicales que estuvieron en la Plaza Mallorca los pasados 21 y 22 de octubre. A todos, ¡Gracias infinitas!

    Ahora sí, entrando en materia, estaba esperando ya tres legislaturas para decir que por fin a Baleares ha regresado la Dirección General de Cooperación e Inmigración, que pertenece a la Conselleria de Asuntos de Familia y Bienestar Social del Govern balear.

    Y como no puede ser para menos, en esta edición le hemos dado portada a la directora de esta área, Catalina Albertí, que siempre se ha desempeñado en cargos de cooperación, especialmente en temas con entidades del tercer sector que trabajan con el codesarrollo, es decir, en proyectos liderados por el Obispado de Mallorca.

    Emitir un concepto de su trabajo es apresurado, desde julio fue nombrada por la consellera Cirer, pero a priori podemos decir que por su trayectoria esta dirección quedó en buenas manos. Y a propósito, manos a la obra es lo que hay que poner en Baleares respecto a la inmigración. De entrada no está para nada mal la propuesta de retomar el Foro de la Inmigración que clama a gritos su puesta en marcha. El Govern balear no tiene competencia en extranjería, cuyos oficios dependen de Madrid, pero sí es necesario que haya un área de inmigración que esté al tanto de la situación de los foráneos de estas Islas, que en proporción al total de su población, abarca la cuarta parte -25%- de sus aproximados 1.200.000 residentes.

    No es una cifra para mirarla con indiferencia, por lo que en ese orden de ideas, es necesaria la aplicación de ejes de integración social, no solo para la gente llegada de África o Latinoamérica, también para la gente llegada de Europa del Este.

    Por comenzar, aunque la directora Albertí nos lo hizo caer, que Extranjería no depende de ninguna comunidad autónoma, desde estas líneas le propondríamos que en el Govern no se le pierda el rastro a los problemas burocráticos de esa oficina para agilizar los expedientes y evitar una irregularidad de personas, que por no tener sus papeles a tiempo no puedan trabajar legalmente, o se vean en la necesidad de seguir ganándose la vida en la economía informal.

    Este último punto es clave, es una realidad latente, un secreto a voces del que poco se habla. Por lo tanto, no es una idea descabellada que desde el propio Govern se tenga una oficina que asesore jurídicamente a la gente indocumentada, sino que también estén plenamente enterados del funcionamiento de los trámites de una oficina a la que le faltan recursos humanos.

    Desde otra perspectiva, podríamos señalar del control que se podría establecer sobre el sistema sanitario, especialmente en el momento en que a alguien se le deniega una cita médica por la mala voluntad del funcionario de una ventanilla, que por mala praxis o mala leche se empecina en negar la asistencia sanitaria a alguien que va por urgencias para ser visto por un facultativo.

    Son varias las temáticas a tratar en este Foro de la Inmigración con las diferentes asociaciones y entidades vinculadas a esta área. Siempre he dicho que a la inmigración no se le puede victimizar, pero tampoco estigmatizar por lo negativo. ¡Estos cuatro años de legislatura serán el mejor juez para determinar las iniciativas que desde esta dirección se llevarán a cabo en pro de la integración eficaz y plena de quienes llegan a las Islas desde otras latitudes geográficas!

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