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miércoles, diciembre 4, 2024
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    “No sobrevive el que menos problemas tiene, sino el que sabe cómo sortear los obstáculos”

    Mi profesión me permite conocer personas que buscan orientación, apoyo, herramientas y acompañamiento en sus síntomas y conflictos emocionales. Desde una visión general puedo afirmar que el malestar psicológico no distingue de edad, sexo, nacionalidad, estado civil, posición económica o estatus profesional. Cada persona busca a su forma y ritmo, deliberada o inconsciente, con éxito o repitiendo los mismos errores, la homeostasis, equilibrio, felicidad, plenitud, nirvana, alivio, cura. Diferentes expresiones para describir un estado de salud integral mente-cuerpo-espíritu.

    Partimos de que el ser humano se enfrenta a conflictos y que su supervivencia como especie así como su crecimiento como individuo está relacionado con la capacidad de recuperarse frente a las adversidades y continuar proyectando su futuro. No sobrevive el que menos problemas tiene, sino el que sabe como sortear los obstáculos y fortalecerse cada vez que supera los retos.

    En psicología usamos el término resiliencia para definir la capacidad de los seres humanos de adaptarse positivamente a los conflictos. Pero este concepto tiene su origen en las ciencias ecológicas para denominar la tendencia de un ecosistema a recuperarse después de haber sido perturbado, o en la física designando la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir.

    La diferencia entre la re-siliencia material y de las personas reside en el papel proactivo hacia el cambio. La persona se convierte en protagonista de la superación del problema, además de la integración del mismo en su historia vital y estructura mental.

    Empezar de cero, iniciar una nueva etapa y actuar decididamente hacia el cambio, implica poner en marcha una serie de habilidades en forma controlada y ejercitada.

    He aquí algunos de esos pasos claves:

    Asumir y aceptar la decisión en primera persona. Evitar la tendencia de queja y búsqueda del cambio en los otros para virar la responsabilidad hacia uno mismo y de esta manera controlar la situación conflictiva.

    Controlar la angustia que genera el cambio. La vía directa, sencilla al alcance de todos comienza por iniciar una vida sana e integral. Por el contrario, frecuentemente la búsqueda del alivio ante las emociones displacenteras se realiza con el consumo de fármacos, alcohol, drogas generando un alivio inmediato con consecuencias negativas a mediano y largo plazo.

    Iniciar un nuevo camino requiere información a través de los profesionales de experiencia y buena empatía. Siempre recuerdo a mis pacientes argumentando que la primera persona que nos conoce es nuestro médico de cabecera y es fundamental abrirse para expresar la preocupación.

    Superar el miedo inevitable cuando damos el primer paso hacia el cambio. Todo es nuevo y desconocido pero es la oportunidad de alcanzar las metas, de crecer, comprendernos más y mejor.

    Sustituir los propios pensamientos limitadores, temor al fracaso, pensamientos pesimistas, autocrítica negativa y paralizante son opciones descartables para comenzar. Una cuota de realidad unida a la ilusión y entusiasmo son ideales.

    Comenzar con objetivos a corto plazo. Ante situaciones complejas se debe iniciar con rutinas diarias que abarquen hábitos básicos como la alimentación, sueño, higiene trabajo o estudio, deporte, actividades sociales. Si se trata de superar una pérdida afectiva, periodo de abstinencia de una droga, salir de un estrés postraumático, superar una depresión, recomenzar es duro y complejo, por lo que cada día significa un reto.

    Evitar encerrarse en el problema: tiene un efecto negativo y genera una visión reducida de las posibilidades de cambio. Encontrar personas capaces de empatizar con nuestro conflicto, equilibradas, fiables, en nuestro entorno o en nuevos grupos hace más fácil el camino.

    Reconocer los avances y reafirmarse en los logros. Cada meta alcanzada sin duda eleva la autoestima y fortalece nuestra iniciativa. Apropiarnos de los resultados positivos como de los esfuerzos del camino cierra el círculo del cambio.

    Lic. Psicóloga Adriana García Cavalieri
    Col. B-02056
    678 37 97 78

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