El pasado 16 de junio falleció Jaime Bueno, un hombre respetuoso, íntegro, uno de los mejores abogados laboralistas de Baleares, para mí un gran amigo y una gran persona, siempre al servicio de los trabajadores, de los más humildes, de los inmigrantes.
Los que tuvimos el honor de conocerle lo recordaremos siempre por sus valores, por su vocación de servicio incondicional, porque siempre estuvo del lado de los más vulnerables, por su generosidad y por el respeto que siempre dio a todos defendiendo los derechos
fundamentales de las personas.
Hoy el colectivo de inmigrantes de la Isla nos sentimos un poco huérfanos, solo tenemos palabras de agradecimiento a Jaime.
Gracias, gracias por tu respeto, por tu tiempo, por ser un magistrado de vocación, nuestro cariño, admiración y respeto será para siempre. Descansa en Paz.
Por: Elizabeth Albarracín, escritora uruguaya
