Veintisiete mil personas provenientes de Marruecos viven en las Islas Baleares. No obstante, la cónsul de Marruecos cree que la cifra se podría elevar a cuarenta mil. No todos están inscritos en el consulado. Estuvimos en el despacho entrevistando a Hanane Saadi
Baleares Sin Fronteras: ¿Qué resume de su gestión el primer año?
Hanane Saadi: La verdad es que Baleares me ha tratado muy bien. Tenemos excelentes relaciones a nivel interinstitucional. Cada vez que he necesitado ayuda de alguna entidad oficial siempre he recibido toda la colaboración en favor de nuestra comunidad de marroquíes. Respecto a la relación con mis conciudadanos debo decir que mi labor se centra en viajar a varios municipios de la Isla, por ejemplo a Manacor, Inca, sa Pobla, para ofrecerles servicio y asesoría consular. La mayoría de la gente de Marruecos trabaja en el campo y se encuentra dispersa por la Isla. MuchoS llegaron en los años noventa para trabajar en la agricultura. Igualmente, las nuevas generaciones ya están trabajando en el sector de la hostelería, cabe destacar que ahora se ven más mujeres en el mercado laboral.
H.S: Hablando de la población femenina, hasta hace poco no era normal ver a una mujer cónsul debido al estereotipo que se tiene. ¿Qué opina al respecto?
BSF: Es cierto que aún existen algunos prejuicios hacia la mujer musulmana. En el caso de nosotras lamento decir que la gente desconoce nuestra realidad. Algunos no se interesan en preguntar un poco sobre nuestro papel como mujer en la realidad. En los últimos quince años se ha avanzado bastante, los derechos de la mujer son reconocidos, la participación en todos los niveles de la sociedad es muy importante. La mujer marroquí ha logrado ocupar puestos muy importantes en consulados generales, casi la mitad de embajadas las ocupan las mujeres, tenemos cinco ministras.
H.S: Que una empresa prohíba “el uso visible de cualquier signo político, filosófico o religioso” Qué concepto le merece?
BSF: Como usted puede ver, yo no llevo velo. Que las empresas te digan si puedes ir a trabajar o no con el velo, ya viene a ser una decisión personal de la empleada que lo usa. Ellas están en todo su derecho de decidir si continúan o no trabajando en esa empresa. El velo es una convicción religiosa o personal, y si las empresas no quieren tener a una mujer con velo están en libertad de hacerlo saber, aunque personalmente considero que se trata de una discriminación.
H.S: ¿Debemos seguir celebrando el día internacional de la Mujer?, estas fechas recuerdan derechos y transmiten un mensaje de que falta mucho por avanzar…
BSF: Como mujer, sea cual sea la religión y cultura, siempre seré una de muchas que lucha por sus derechos. El día de la mujer salí a la calle y estuve en la manifestación pública. En Marruecos hemos logrado grandes avances como le dije anteriormente, pero todavía no llegamos a la paridad.
BSF: ¿Qué falta para llegar a la paridad?
H.S: En la constitución de Marruecos de 2011 se habla de la paridad. La Mudawana que data del 2004, es el código civil de familia de Marruecos que se refiere a la igualdad entre hombres y mujeres. Ambos tienen la misma responsabilidad, antes el hombre mantenía a la familia y la mujer debía obedecer. En la nueva Mudawana, uno de los puntos más importantes establece la edad mínima, 18 años, para las mujeres que se vayan a casar. Antes era a los 15 años. Ahora en el divorcio se ha equiparado. Ambos se van a un juez, quien es el que finalmente decide. Antes el hombre se separaba de su esposa y la repudiaba, era él que decidía. De la misma manera existe la responsabilidad compartida, la mujer ya no depende económicamente del hombre. La nueva Mudawana le ha puesto límites a la poligamia. Un hombre musulmán tiene derecho a estar con cuatro esposas, en Marruecos desde el 2004 un hombre no puede tener una segunda mujer si la primera no está de acuerdo y eso debe manifestarlo ante un juez.
BSF: Deja usted entrever en sus respuestas que en Marruecos se ha avanzado bastante en materia de derechos de la mujer. ¿Cómo se demuestra esta hipótesis en la práctica?
H.S: Tenemos una sociedad civil fuerte en Marruecos, a miles de asociaciones que trabajan por los derechos de la mujer a nivel social, económico y político.
BSF: ¿Qué le preocupa de sus connacionales?
H.S: Algunas personas que se habían ido de las Islas, han estado fuera más del tiempo permitido. Al regresar se han encontrado con que no pueden renovar los papeles. Es una de las preocupaciones que he abordado con las autoridades.
BSF: ¿Qué opinión le merece el regreso de Marruecos a la Unión Africana?
H.S: Es muy importante, una gran noticia para nuestro país por las relaciones políticas y comerciales, sociales y religiosas que tiene con el resto de África. Debemos recordar que Marruecos se había retirado de la organización a la República Árabe Saharaui. Todos sabemos que esta República autoproclamada que no existe. No tienen territorio. Esta república independista existe sólo en los campamentos. Vale resaltar que Marruecos durante 33 años ha trabajado a nivel de convenios bilaterales con los países africanos. Nuestro país es el segundo inversor en África después de Sudáfrica. Tenemos grandes empresas en el sistema financiero y de la construcción en África. Ante el problema de la escasez de agua en el continente, merece decir que Marruecos es el primer exportador fosfatos utilizados para la agricultura. Hemos firmado convenios con varios países que ayudan a naciones que viven de la agricultura con lo cual los beneficiados son los ciudadanos de esos países.
BSF: ¿En su opinión que es lo más importante a nivel de desarrollo en Marruecos?
H.S: Se han hecho reformas económicas estructurales muy importantes como el del puerto de Tanger, uno de los más importantes del mediterráneo. Estamos trabajando en el AVE marroquí, que en 2018 se podrá ir de Tanger a Casa Blanca en dos horas y media. La nueva generación de los líderes pragmáticos africanos se ha dado cuenta que es importante ser parte de la Unión Africana y trabajar con acuerdos de cooperación dentro de esta organización.
