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domingo, mayo 19, 2024
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    La economía balear confirma la recesión tras un retroceso del 30,1% en el tercer trimestre

    La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) ha hecho público en el día de hoy el informe de “Evolución Económica” correspondiente al tercer trimestre del ejercicio 2020, en el que señala que el tránsito de la economía balear hacia la ‘nueva normalidad’ está siendo más lento de lo esperado, dada la gravísima pérdida de actividad turística que ha sufrido el archipiélago durante los meses centrales de la temporada alta.

    Así, los rebrotes del virus, las restricciones adoptadas para contenerlo, junto a la condición de ‘destino de riesgo’ y la mayor afectación de las ramas más ‘convencionales o tradicionales’ del sector servicios (alojamiento, comercio, restauración, transporte) explican que la estimación de crecimiento correspondiente al tercer trimestre arroje una contracción del 30,1% (vs -35,6%, 2º trim.), claramente superior a la experimentada en otras zonas económicas del planeta.

    La presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha señalado que “los datos de este informe de coyuntura económica del tercer trimestre y los que ya vamos conociendo del cuarto apuntan a que la evolución de la economía de Balears acabe 2020 con una contracción cercana al 25% y un retroceso que duplicaría al de la media nacional”.

    La COVID-19 anula la temporada turística y el ansiado rebote de la economía

    Desde el punto de vista de la oferta, el informe destaca los estragos que esta situación ha causado sobre el conjunto del sector servicios, que ha saldado el tercer trimestre con un retroceso del 33,2% (vs -37,8%, 2º trim.), justo en el periodo en que las ramas vinculadas al turismo ejercen su mayor contribución al agregado regional al verse afectado por las prohibiciones impuestas por destinos extranjeros.

    La COVID-19 ha anulado la temporada turística y el ansiado rebote de la economía. Y todos los indicadores confirman el fuerte golpe que la pandemia ha ejercido sobre la actividad, desde el índice de la cifra de negocios (-43,1% vs -55,6%, 2º trim.) a la afiliación (-15,2% vs -14,6%, 2º trim.), en un contexto en que la contracción de la afluencia turística (-74,3% vs -99%, 2º trim.) ha supuesto, en términos absolutos, la pérdida de más de 6 millones de turistas respecto del mismo periodo del año anterior.

    La industria mantiene el negativo pese a la reducción de las restricciones

    El escenario recesivo imperante y el aumento de la incertidumbre en los mercados ha condicionado sobremanera la evolución de los principales indicadores del secundario balear a lo largo del tercer trimestre. Este es el caso del índice de producción industrial (-21,1% vs -36%, 2º trim.), de la afiliación (-4,6% vs -6,5%, 2º trim.) o de la demanda de energía por parte del sector (-16,5% vs -38%, 2º trim.).

    Una dinámica que, en conjunto, explica que el sector haya experimentado por segundo trimestre consecutivo una contracción superior a los dos dígitos, concretamente del 14,7%, pese a la reducción de las restricciones.

    La construcción recupera cierto dinamismo gracias a proyectos pre-COVID

    El marcador de crecimiento del sector del sector de la construcción balear ha saldado el tercer trimestre con una contracción del 9,2%, claramente inferior a la del trimestre anterior (-20,9%) y a la experimentada por su homologo nacional (-11% vs -27,5%, 2º trim). Este mejor comportamiento relativo gracias a proyectos pre-COVID encuentra su razón de ser en el incremento que experimentaron los visados de obra en el tercer trimestre del 2019 (8,9%) y cuyo periodo de ejecución se extiende a una media de cuatro trimestres vista.

    A ello ha contribuido también la relajación del levantamiento de las restricciones impuestas por las ordenanzas municipales para la temporada de verano, una circunstancia que ha facilitado al sector la creación de ocupación (1,8% vs -4,1%, 2º trim.).

    La incertidumbre y las bajas expectativas congelan el consumo y lastran la inversión

    Desde el punto de vista de la demanda, el ritmo de crecimiento del consumo se ha contraído un 31,3%, tasa que, a pesar del efecto positivo derivado de la relajación inicial de las medidas restrictivas, la mayor libertad de movimiento y el descenso de los precios de consumo (-0,6% vs -0,8%, 2º trim.), se ha visto perjudicada por la factura laboral (-13% vs -13%, 2º trim.) y los efectos asociadas sobre el patrón de consumo tanto de residentes como de no residentes.

    No en vano, las ventas minoristas han descendido (-15,9%), en un contexto en que el gasto de no residentes se ha reducido cuatro terceras partes (-82,4% vs -99,4%, 2º trim.).

    Por otro lado, a pesar de la amplitud de las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) y por el gobierno nacional, la inversión ha continuado lastrada, y ha sufrido una contracción del 17,6% (vs -24%, 2º trim.), como consecuencia de la elevada incertidumbre y el descenso en las expectativas empresariales. Y es que, la confianza empresarial ha retrocedido de nuevo (-29,9% vs -37,7%, 2º trim.), al igual que el número de empresas afiliadas (-10,1% vs -13,1%, 2º trim.) y la demanda de bienes de equipo (-62,2% vs -77,1%, 2º trim).

    Así mismo, la inversión en construcción ha saldado el tercer trimestre con una nueva reducción de los presupuestos de proyectos de visados de obra (-21% vs -33,1%, 2º trim.).

    Las Pitiüses, las más perjudicadas por la crisis que también impacta sobre Menorca

    La mayor orientación de la estructura productiva de Eivissa y Formentera hacia los servicios explica que el diferencial negativo de crecimiento se haya ampliado, de nuevo, frente al resto de islas. Y es que, el PIB de las Pitiüses ha retrocedido un 34% (vs -40,1%, 2º trim.), claramente por encima del de Mallorca (-29,5% vs -34,8%, 2º trim.), y de Menorca (-29,2% vs -35,7%, 2º trim.). Esta situación se observa en el ámbito laboral, dónde las Pitiüses han destruido ocupación (-21,1% vs -22%, 2º trim.) en mayor medida que Mallorca (-11,5% vs -11,3%, 2º trim.) y Menorca (-13% vs -14,5%, 2º trim.).

    Y es que por el lado de la oferta, el sector servicios, y más concretamente las ramas más vinculadas al sector turístico pitiuso, han experimentado la mayor contracción de afiliación del archipiélago (-30,9% vs -25,2%, Menorca). Por el contrario, el sector de la construcción en las Pitiüses ha mostrado un mejor comportamiento en comparación con Menorca, tanto en términos de afiliación (5,2% vs 1%, Menorca), como en la descarga de mercancías de graneles sólidos (-18,8% vs -31,7%, Menorca).

    En cambio, en el sector industrial han mostrado comportamientos muy semejantes, tal y como indica el retroceso de la demanda eléctrica (-24,3% vs -24,5%, Menorca). Por el lado de la demanda, el consumo pitiuso ha sumado a los efectos derivados de una incertidumbre creciente, el impacto que sobre las expectativas de las familias ejerce el aumento del paro registrado (144,5% vs 97%, Menorca).

    Unas circunstancias que también han lastrado la inversión, tal y como lo corrobora la reducción en el número de empresas afiliadas (-13,4% vs -10,2%, Menorca).

    Las perspectivas continúan condicionadas por un entorno todavía altamente desafiante

    Los meses de enero y marzo serán decisivos para el 2021, pues (i) la evolución de los rebrotes, (ii) la reapertura turística del archipiélago y (iii) el rol catalizador de la vacuna determinará el ritmo de la recuperación. Con todo, desde CAEB se considera fundamental realizar un planteamiento estratégico de reapertura turística que permita transitar con éxito el periodo prevacunal con una actuación integral, simultánea y armonizada en 4 ejes: territorio, movilidad y fronteras, instalaciones y servicios y actividades en destino.

    En este sentido, Carmen Planas ha incidido al destacar que “de cara al año que viene, pues desde CAEB lo que creemos es que es absolutamente necesario que Balears sea eficaz a la hora de resolver tres grandes retos: controlar la pandemia, reabrir nuestra actividad turística y captar fondos europeos. Estos tres retos: salud, turismo y financiación, van a marcar, sin duda, un 2021 incierto en el que la clave será la colaboración público-privada para dar seguridad a empresas y trabajadores.

    Una colaboración público-privada que es hoy más imprescindible que nunca y de la que depende el futuro de miles de empresas, de decenas de miles de puestos de trabajo y, por lo tanto, de la que dependerá el bienestar de los ciudadanos de Balears”.

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